El huracán Irma puede afectar a cientos de miles de niños y sus familias en el Caribe, advirtió ayer Unicef, quien hizo un llamado a los gobiernos de la región a proteger a los menores ante este fenómeno meteorológico.

Según Unicef, el huracán Irma podría generar "devastadores daños" en las próximas horas a su paso por Antigua, Barbuda, Dominica, St. Maarten, San Cristóbal y Nieves, las Islas Vírgenes.

Posteriormente el huracán impactará en República Dominicana, Haití y Cuba, "afectando directamente a las vidas de cientos de miles de niños, niñas, adolescentes y sus familias", dice un comunicado de Unicef.

"Aunque todavía es pronto para conocer qué efectos tendrá Irma en la zona, las principales preocupaciones de Unicef se centran en el suministro de agua potable y alimentación, salud y protección" de los menores de edad.

"Ante la magnitud de lo que es posible que represente Irma es urgente y más necesario que nunca estar preparados, informados y vigilantes para tratar de evitar que la población más vulnerable, que siempre son los niños y niñas, se vea afectada", afirmó Maria Cristina Perceval, directora Regional de Unicef para América Latina y el Caribe.

El órgano de la ONU manifestó también en la nota que ha activado los protocolos para situaciones de emergencia y permanece en contacto continuo tanto con gobiernos como con las agencias del Sistema de Naciones Unidas y otras organizaciones para brindar asistencia y apoyo.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia también afirmó también que tiene previstas provisiones de agua potable, alimentos no perecederos y medicinas, así como kits de emergencia para ser distribuidos en coordinación con las autoridades nacionales entre las poblaciones más afectadas.

Irma ya se ha convertido en el fenómeno natural más peligroso de 2017 y el de mayor potencia desde que el pasado octubre el huracán Matthew arrasara el Sur de Haití y el Sureste de Cuba, advirtió Unicef, cuya sede regional está en Panamá.

Añade que sólo en Haití, Matthew afectó a 3,2 millones de personas, de las cuales 1,3 eran niños y niñas. En Cuba, alrededor de 150.000 personas perdieron todas sus pertenencias en la provincia de Guantánamo y el 90% de las casas en Baracoa fueron afectadas.